4 + 1 en Japón

sábado, noviembre 19, 2005

Trabajo, trabajo y mas trabajo.

Ya ha llegado el fin de semana. Ahora mismo, viernes por la noche, me muero de sueño despues de la semana tan agotadora que llevo. Y es que estos chicos son incansables. Es cierto eso que dicen de la capacidad de trabajo de este pais. Por eso no tengo tiempo de nada, aparte de comprar una almohada, comer y ducharme de vez en cuando. Que ritmo, que tios, perseverantes, y, en algunos casos, incluso que coñazos.

Me explico. Sale uno de España con la idea de ponerse las pilas e intentar trabajar con la intensidad que seria deseable en España (porque sabemos que muchas veces hemos preparado alguna funcion en una semana, y algunas incluso en mucho menos), y llega aqui con la barra de energia al cien por cien, diciendo "ahora si que voy a trabajar en profundidad, tal como siempre he querido ensayar una obra del Siglo de Oro". Y llegan estos chicos y me matan, me destrozan, me dejan agotado y hacen que solo desee llegar a casa y desconectar del dichoso Cervantes.

Y no es para mal, ni mucho menos. Porque me abruman a preguntas, y eso me halaga (pues significa que confian en mi criterio), igual que me halaga poder contestarlas todas, incluso las mas enrevesadas. Algunas, por ejemplo, son simples cuestiones que, como españoles, damos por sentadas; pero a ver como le explicas a un alumno japones de 20 años lo que significa "Vaya por Dios". Son encantadores, y a veces me los comia a bocados cuando hacen que se me caiga la baba. Pero otras veces solo pienso en que no puedo estar doce horas al dia hablando español "a... e-s-t-e-..... r-i-t-.... m-o-......" explicando la diferencia que existia a principios del siglo XVII entre un procurador y un escribano sin volverme tarumba.

Hay uno de ellos, por ejemplo, que esta muy preocupado porque piensa que su español es muy malo (es de segundo curso) y que, ademas, no es suficientemente buen actor como para poder expresar al publico los matices que, segun el, tiene su personaje. Y todo porque un dia me dijo que su personaje era muy aburrido (tiene 6 frases) y tuve la bendita ocurrencia de decirle que no, que era muy interesante porque en el se veia como en ningun otro la diferencia entre el mundo tal y como debia ser y como era realmente. Total, que le monte tal pelicula en la cabeza que, de lo emocionado que esta, solo piensa en expresar todo eso al publico. Le comente que era muy sencillo, que solo tenia que mirar al frente y decir su frase. Pero el pensaba que eso no era suficiente, y que creia que se lo decia para consolarle. Entonces le ayude a buscar otros gestos. Y entonces dijo que quizas eso tampoco. En resumen, cada dia me pregunta del orden de quince veces (y no estoy exagerando) cual es la mejor forma de pronunciar una palabra u otra (por ejemplo, "pesadumbre" o "razones"). Ya digo que me halaga, por supuesto, porque eso significa que confia en mi criterio. Pero confieso que muchas veces estoy tentado de decirle "no, mira, la verdad es que tienes un papel insignificante".

Es broma, por supuesto. Pero que ganas.

Por otro lado, os dejo unas fotos del puente de Akashi, un puente colgante que dicen que es el mas largo del mundo o algo asi. En la parte media, por debajo de la calzada, hay un mirador espectacular. Antes de que se me quedara esa cara de tonto que tengo (observese como en las manos tengo un librito naranja: es la celeberrima guia de conversacion ingles-japones de "Lonely Planet"), y nada mas llegar debajo del puente (es decir, desde donde tome la foto de abajo), iba yo tan feliz con mi Ipod (bendita musica española) cuando, repentinamente, sono la cancion de Pedro Guerra "Debajo del puente". Dado que tengo como 6000 canciones y que de entre todas sono justo esa, algo me dice que las divinidades japonesas me han tomado cierto cañiño.

Aunque, claro, me gusta mas pensar que es mi abuela, desde donde este, que despues de leer lo que dije hace unos dias sobre nuestros familiares difuntos quiere hacerme saber que esta muy orgullosa de que su nieto se embarque rumbo a la aventura. Porque ella una vez compro calamares por gestos, y yo, media hora despues de estas fotos, aprendi por mi propio pie a coger un autobus sin miedo a equivocarme de parada.


1 Comments:

At noviembre 20, 2005 5:12 a. m., Anonymous Anónimo said...

Querido H... llevo casi dos horas leyendo y requeteleyendo todo lo que has escrito desde que no te leía... Es apasionante todo lo que estás viviendo en Japón y yo, al igual que C. Fapresto me estoy convirtiendo en embajadora tuya y le recomiendo a todos los míos que te lean... que respiren contigo, que coman, que hablen contigo....
Gracias por brindarnos todo lo que te sucede. Es un placer poder seguirte por todas partes.
GRACIAS. Un beso

Ps. Al leer tu comentario sobre Toledo y sus "parecidos" te he recordado en aquella biblioteca, tomando notas y medidas de las piezas que ahora se exhiben, gracias a tu trabajo, en Valladolid, como bien sabrás.

 

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